miércoles, 16 de octubre de 2013

Oda a Belmonte, de Gerardo Diego.

Hoy, día en que se cumple el primer centenario de la alternativa del maestro Juan Belmonte, he querido recuperar un fragmento de la "Oda a Belmonte", escrita por Gerardo Diego, miembro del literario grupo del 27, en el año 1941, como pequeño y modesto homenaje hacia este torero. En concreto, el fragmento que aquí reproduzco, es el que va de los versos 96 a 151 de los 225 con los que cuenta el poema. Los versos que aquí reflejo se corresponden con la descripción de la faena de muleta.
Os dejo con el fragmento:


"Oda a Belmonte", Gerardo Diego (fragmento)

(...)
La muchedumbre apiña su amenaza.
Un toro campa en la mitad del ruedo
y con claro denuedo
pisa un héroe seguro,
héroe, sí, sin heráldica y sin saña,
héroe nuevo de España,
limpio el relieve de su gesto puro.
En la diestra, la espada;
la bandera en la zurda desplegada.
El emplazado bruto pasa y pasa.
Ancho, largo, profundo,
el héroe se acompasa
y se jalea, y en su orgullo preso,
cruel como un dios, disuelve, borra del mundo.
No, no existe ya eso.
Ni la redonda plaza,
ni la gloria que cálida le abraza
desde el tendido, ni la luz sonora
ni el rumbo ni la hora.
No existen más que un toro y un torero,
estimulando en planetaria masa
la lenta rotación de la faena.
Y el toro pasa y vuelve y no rebasa
la linde que le aprieta y le encadena.
Esa redonda conjunción que acaso
no repita ya el cosmos, tiene nombre:
el pase natural en cielo raso.
Y ese trágico, estrecho
eclipse, pase de pecho,
y ese corvo cometa, molinete,
y ese rayo, estocada.
Tinta la mano en sangre. Y de la nada 
por volver a su ser cada ser puja.
Colérica la plaza se dibuja
y millares de palmas baten palmas
y las gargantas crecen
y se hinchan y enfierecen
las sílabas del nombre de Belmonte.
Sueño, sí, fue del mozo
y ahora de nuevo nos parece sueño.
Pero ente un sueño y otro fue alborozo
mil veces y evidencia
de nuestra fe rayana en la demencia.
Venid acá, oh incrédulos,
vedle cómo se afianza
sobreel talón izquierdo bien posado;
la acordada muñeca templa y tañe
a la lira que avanza
y humilla y tuerce y se comprime.
Mientras la mano diestra la esperanza
del claro acero esgrime.
Así nos le recorta y fija esquivo
-trampa viva de luz- el objetivo.
Y aún mejor nos lo enrrolla la madeja
de celuloide, el pacto del Diablo
que le soborna a Cronos su pelleja.
(...)


Siento no poner un enlace al poema completo para quién esté interesado en su lectura completa, pero no encontré ningún lugar en internet donde este. Si alguien sabe de alguno, le agradecería me lo comunicase para  editar la entrada y enlazarlo.

Saludos

1 comentario:

  1. Buenas!! acabo de conocer tu blog y lo he enlazado al mío. Creo que los bloggers taurinos tenemos que apoyarnos.

    Si quieres echar un vistazo al mío y enlazarme es: www.terciodevaras.es

    Saludos
    Ignacio Sáez
    @maestrovalencia

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